jueves, 7 de agosto de 2014

Mi gran amigo "Maldad"

Un compañero y gran amigo de la universidad, nos dejo a mi y a mis colegas sin podernos despedir de él. Todos recordábamos las anécdotas sobre nuestro amigo, todos los buenos momentos y experiencias ocurridas a su lado. Fue impactante la noticia en el grupo de amigos, era complicado aceptar que ya no estaba en este mundo con nosotros y difícil de comprender el ¿por qué? de lo ocurrido.



La "Maldad" como solíamos llamarle, fue apareciéndose en los sueños de todos y cada uno de nosotros, sus compañeros y amigos, para decirnos que él se encontraba muy bien y que ya no siguiéramos pensando en lo sucedido.

Yo pensaba mucho al respecto, no había día que no lo recordáramos. Intente llevar a cabo muchas "practicas" para poder contactarlo mediante los sueños, ya que él me visitó varias veces para "salvarme" de los sucesos que ocurrían en mis sueños, pero no tuve la oportunidad de platicar con él, solo lo pude escuchar. Yo quería hablarle y darle un abrazo de despedida, por lo que me dedique y me propuse poder controlar mi sueño, una especie de "sueño lúcido" en el que una vez teniendo enfrente a mi amigo, poder ser capaz de hablar con él a voluntad.




Uno de tantos sueños en los que yo me veía en dificultades y "la maldad" aparecía de la nada y me salvaba, ya sea agarrándome y llevándome a un lugar seguro, peleando contra mis agresores, etc. En uno de esos sueños yo estaba en la escuela primaria en la que estudie, la que estaba en el barrio donde vivía de pequeño, cerca de mi antigua casa. En las instalaciones veía gente que conocía de todas las etapas de mi vida, desde compañeros de kinder, hasta universidad. Yo platicaba con todos, convivía, era muy entusiasmarte ver a tantas personas después de un largo tiempo.


Entonces empezó a temblar y las aulas se movían, cayendo pequeños trozos de concreto al suelo, yo rápido corrí a la calle donde solía vivir, en un acto de desesperación, no pretendía encontrar personas conocidas ni algo por el estilo, se podría decir que esperando el final decidí ir al lugar donde me crié. Mire como la gente entraba en pánico y corría por las calles, desde el cielo una especie de androides flotaban y disparaban hacia las casas haciéndolas arder en llamas.



Viendo a las personas ser atacadas, solo pensé en huir del lugar, estando mi vieja casa destruida, comencé a correr en busca de un refugio. Tres androides descendieron y se pararon frente a mi cerrándome el paso, correr no era una opción por lo que no tuve otra alternativa mas que hacerles frente. Levantando mi guardia al estilo de boxeo (en los tiempos en los que tuve este sueño yo solía entrenar box) empece a atacar a los androides, logre derribar a uno atacando con una "combinación 1-2" pero los demás se acercaban a mi y me tenían rodeado.



Ya me había resignado a perder la batalla y aceptado las consecuencias de esta, pero me iba a ir luchando. Cuando de pronto un destello bajo del cielo, alguien tomo mi mano y de un salto me llevo hacia lo alto, descendiendo en la azotea de un edificio. 

La azotea tenia una especie de techo con palma y madera estilo "palapa" por lo que no nos podían ver los androides, el cielo se veía teñido de rojo, como si fuera un atardecer pero en realidad eran las llamas de las casas y edificios de alrededor.

Enfrente de mi tenia a mi amigo "maldad", ancho, fuerte, le pregunte que si estaba bien (al fin pude decirle algo), me respondió que se encontraba muy bien. Empece a notar como su cuerpo se desvanecía poco a poco, me dijo que solo le permitían viajar a los sueños de los demás por un breve momento y que tenia que regresar. Al fin tenia la oportunidad de decirle lo que yo quisiera, después de tantos intentos por hablar con él en los anteriores sueños, por fin podía tener una conversación con él. Sin pensar en algo que hablar, al saber que ya se tenia que ir, y que se encontraba muy bien, no tuve palabras y solamente le di un fuerte abrazo mientras en mis ojos corrían lagrimas, un abrazo de despedida para no pensar tanto en él y dejarlo en paz.

Dicen que a los muertos hay que dejarlos descansar. Quizás  al recordarlos y pensar en ellos, donde quiera que se encuentren, se enteran de que uno los tiene en la mente, y deciden darse una vuelta a los sueños para avisar que todo va bien y que se encuentran en un  lugar mejor para que ya no se preocupen por ellos.


Nos volveremos a ver algún día, mi buen amigo "maldad".








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